Día 6: Riga

Desayunamos y comenzamos el día un poco más tarde, ya que lo primero que teníamos era la visita guiada, y comenzaba a las 10’30.

Mientras se hacía la hora, callejeamos y aprovechamos para pasar por la Oficina de Turismo, para agenciarnos con algún mapa mejor que el que teníamos.

Poco antes de las 10’30 que era la hora de comienzo de la visita guiada, ya habíamos localizado a nuestro guía de la compañía SMILE LINE DAY TOURS, la cita fue en Rātslaukums que es la plaza donde se encuentra la Casa de las Cabezas Negras, y concretamente junto a una bicicleta con un paraguas amarillo, que es la forma de localizarnos; nuestro guía  se llamaba Mihail.

Primero pasamos por su oficina que se encuentra muy cerquita, a pagar los 10 Ls que valía. La visita duró 1’30 horas.



Su español no era excelente, le faltaban algunas palabras, pero bien, nos dijo que ya hacía un mes que no había tenido españoles, y se le había oxidado un poco nuestro idioma.

Luego cuando nos despedimos nos fuimos a ELIZABETES IELA (calle), que es donde están localizados la mayoría de los edificios de Art Nouveau; también merece la pena Alberta iela.








Después fuimos a visitar la CATEDRAL DE LA NATIVIDAD DE CRISTO [Kristus Piedzimšanas Pareizticīgo Katedrāle], que es la mayor iglesia ortodoxa en la ciudad; su estilo neo-bizantino la hace muy atractiva para nosotros. Durante el período soviético sirvió como planetario y restaurante; en 1990 comenzó la restauración como iglesia, financiada por donaciones públicas; actualmente la restauración todavía continua. Tuvimos suerte y pudimos entrar, aunque dentro no hicimos fotos.


Luego camino al centro pasamos por el MONUMENTO A LA LIBERTAD [Brīvības Piemineklis], que es un obelisco coronado por una figura femenina; y además dio la casualidad que tocaba cambio de guardia (se celebra cada hora). Durante la época comunista había una broma muy común, considerándolo una agencia de viajes, ya que quien depositaba flores allí tenía asegurado un viaje de ida a Siberia.



Ya iba siendo hora de comer y elegimos un italiano llamado IL PATIO, que nos había recomendado una amiga. La verdad es que esas alturas del viaje, ya iba apeteciendo un  italiano. Nos pedimos un par de pizzas y una lasaña, que junto las cervezas y un par de postres nos costó 24 Ls. La comida muy buena, y el local muy acogedor con las paredes con imágenes típicas de las ciudades italianas.



Tras la comida retomamos la jornada turística, comenzamos por la TORRE DE LA PÓLVORA [Pulvertornis], que es el Museo Letón de la Guerra; pensamos que no nos iba a gustar mucho ni nos iba a llevar mucho tiempo, pero tardamos una hora y eso que lo hicimos en plan rápido sin pararnos mucho, pero es que eran 4 plantas. Horario: 10 a 17. Gratuito.


Después nos fuimos a la IGLESIA DE SAN PEDRO [Pētera Baznīca], actualmente la iglesia es un centro cultural, y ese día no se podía visitar por una exposición o algo así. Pero lo más interesante de esta iglesia son las vistas desde su torre, a la que se sube en ascensor. Horario: 10 a 18. Precio: 3 Ls.







Luego volvimos a Rātslaukums para hacer las fotos de la CASA DE LAS CABEZAS NEGRAS [Melngalvju Nams o en inglés House of Blackheads], ya que por mañana no pudimos por el sol. Este magnífico edificio fue construido en el siglo XIV, y fue la sede de la Hermandad de los Cabezas Negras, que eran comerciantes alemanes solteros. Fue bombardeado durante la segunda guerra mundial y posteriormente derruido, el edificio actual es una restauración de finales del siglo XX. En esas fechas no se podía visitar, ya que era la residencia provisional del Presidente.





De regreso al hotel, la ACADEMIA DE LAS CIENCIAS [Zinātņu Akadēmija], edificio típico de la arquitectura estalinista, que por su apariencia es conocido como la “tarta de Stalin”. Aquí solo se visita su terraza en el piso 17, desde la que hay buenas vistas; se sube en ascensor. Horario: 9 a 21. Precio: 2’50 Ls.






Descansamos un poco y luego salimos al centro de nuevo a tomarnos una  cervecita, mientras hacíamos tiempo para cenar.

El sitio elegido para cenar fue ROZENGRĀLS que es un restaurante medieval, por supuesto hacia abajo, es bastante grande y con muchas salas. Para cenar nos pedimos uno de conejo y dos de pierna de cordero, que con las cervezas y un par de postres nos costó 60 Ls; es carito, pero los restaurantes medievales son todos de precios similares, salimos a casi 30 € por persona, pero vamos que ese precio sólo lo volvimos  pagar otra vez en todo el viaje.





Paseíto al hotel bajando la cena, un poco de internet y a dormir.

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