Día 11: Cascada Jagala y Tallinn

Kilómetros aproximados: 95.

Desayunamos a las 8, como ayer habíamos solicitado; ya que al llegar nos dieron una hojita para solicitar la hora del desayuno, así como lo que queríamos para desayunar.

Pensamos que tendríamos cada uno lo que había pedido, pero en realidad lo que teníamos era un buffet con lo que habíamos pedido, pero para nosotros solos; y la verdad es que muy bien, teníamos un montón de cosas, lo único que no teníamos, pero porque no lo pedimos fue, huevos y beicon. Yo me hice una infusión de frutos rojos que estaba buenísima.

Antes de irnos dimos una vuelta por el hotel. La Finca Sagadi, es una casa solariega del siglo XVIII con un precioso lago, es una de las pocas mansiones de estilo rococó que hay en el país.





Y luego ya pusimos rumbo a Tallinn, pero de camino a 1 hora de viaje teníamos la Cascada Jagala; habíamos puesto el GPS, pero con las indicaciones se puede llegar muy bien.

La CASCADA JAGALA [JUGA JÄGALA] es la más alta del país, que no es gran cosa, pero bueno para una paradita si te pilla de camino está bien.



Luego sólo teníamos media hora hasta Tallinn, fuimos directos a  dejar el coche al swisSotel, aunque la hora de devolución la pusimos para la tarde a las 4 (por si nos retrasábamos) preferíamos dejarlo ya, y llegar a nuestro alojamiento en taxi, ya que se encontraba en el centro histórico.

Tuvimos que esperar a que la chica de la oficina volviera (había dejado un cartel son su numero de móvil). Cuando le dimos todos los papeles del coche que nos habían dado el Vilnius (entre ellos uno que era como una especie de parte de accidentes con todos los rasguños por pequeños que fueran), salimos y revisó el coche con todo detalle; pensamos que no le habíamos hecho ningún rasguño, aunque de todas formas lo teníamos a todo riesgo sin franquicia. Nos dio el OK.

Allí mismo pillamos un taxi, un flamante Mercedes, que eran los únicos que habían en ese hotel (todos de la misma compañía). Nuestro alojamiento estaba en el casco histórico en pleno centro, y el taxi nos costó 7 €.

Elegimos unos apartamentos OLD HOUSE. La recepción está allí mismo, hicimos el check-in y ya lo tenían, aunque la hora de llega es a partir de las 4 de la tarde. Nos acompañó la chica para enseñárnoslo

Nuestro apartamento era el RAKA 2 (que elegimos al reservar). Eran dos pisos (primero y segundo), en el de abajo una habitación, baño y wc separados, cocina y salón; y arriba la otra habitación. Todo precioso y con mucho estilo, lo peor es la estrecha escalerita de acceso al apartamento, y lo chungo es la escalera de piedra antigua con escalones de casi medio metro para llegar al piso superior; quitando esto es ideal. Arriba era nuestro dormitorio, y optamos por dejar las maletas en la cocina. La calefacción de la cocina, ya estaba en marcha, revisamos el resto de radiadores y los pusimos en marcha; a aquellas horas no hacía frío, pero cuando llegara la noche, seguro que nos venía muy bien.

Nos instalamos en un momento y ya se nos había hecho hora de comer. Teníamos la suerte de tener un montón de restaurantes en un radio de escasos metros.

Elegimos VANAEMA JUURES, que es como la casa de la abuela y está ubicado en un sótano, pedimos huevos fritos con beicon y patatas (que es lo tradicional aquí, que se llama Vanaema praad), salmón y jabalí, con las cervezas y un par de postres, nos salió todo por 53 €, un precio que nos pareció bastante razonable, teniendo en cuenta el servicio, que estaba a 1 minuto de la plaza principal, que comimos muy bien; y que además el lugar era muy confortable, como si fuera, la casa de la abuela.


  





Luego fuimos a la Oficina de Turismo a por la Tallinn Card para 3 días (40 €), resulta carilla, pero en casa habíamos echado cuentas viendo los museos que queríamos entrar y nos salía rentable.

Comenzamos por el MUSEO DE LA OCUPACION [Okupatsiooni ja Vadusvõitluse Muuseum], dedicado al periodo entre 1940 y 1991, cuando fueron ocupados por alemanes y rusos. No nos pareció gran cosa, ya que habíamos visto otros museos similares en este viaje, pequeño en comparación con los otros; a destacar la colección de maletas de deportados, y de puertas de prisiones, además de un pequeño barco de madera de los que utilizaban para cruzar el Báltico. Horario: 11 a 18. Precio: 4 €, con Tallinn Card gratis.






Nos acercamos a la PLAZA DEL AYUNTAMIENTO [RAEKOJA PLATS], para admirarla y hacer las primeras fotos. La plaza es muy bonita.




Y ya de paso a la FARMACIA MUNICIPAL [RAEAPTEEK], que según parece es la más antigua de Europa, del año 1422. Es como un mini-museo, pero que sigue funcionando como Farmacia moderna.


Ya se acercaban las 5 de la tarde, que era la hora que teníamos reservada para la visita guiada. Elegimos TALLINN TRAVELLER TOURS, que encontramos en Tripadvisor, reservamos en su página. Lo que nos pareció interesante es que podías elegir tú la ahora, incluyendo la tarde, algo que a nosotros nos venía muy bien.

La cita en su local, en Vana-Posti 2, que se encuentra muy cerca de la Oficina de Turismo. La hora que elegimos fue las 5 de la tarde, la duración de la visita fue de 2 horas y nos costó 14 € por persona.

Nuestra guía se llamaba Anne, y su español era bastante bueno, nos hizo la visita muy amena contándonos muchas historias, también hablamos de economía actual, y como no, le preguntamos donde había aprendido español, y nos dijo que en Jaén.

Nuestras primeras horas en Tallinn eran algo feas, un día gris, típico lluvioso; durante la visita hacia el final hubo que sacar paraguas y hacía frío. Callejeamos por VANALINN, que es la parte baja de la ciudad donde vivía el pueblo. Y también por TOMPEA, que es la parte alta de la ciudad donde vivía la nobleza; en la parte alta hay varios miradores sobre la ciudad.



Al finalizar la visita, nos fuimos con Anne al restaurante que hay en los bajos del Ayuntamiento, donde nos tomamos sopa de alce calentita a 1 € y empanadilla de reno a 1 €, el local medieval muy agradable; la sopa no era gran cosa pero venía bien para calentarnos y quitarnos el frío. Allí nos recomendó restaurantes y cosas para ver. Quedamos muy contentos, todo esto del restaurante fue ya fuera de la hora de visita.


Después dimos un pequeño paseo para hacer unas fotos nocturnas, pero no quedaron muy allá porque la iluminación era flojilla y chispeaba.



Y ya fuimos cenar al KULDSE NOTSU KÕRTS, que lo teníamos muy cerquita, y además nos lo habían recomendado. Pedimos oreja de cerdo para ir abriendo boca, y un plato que se llama algo así como “Fiesta para dos de carne” que es una barbaridad, junto las cervezas nos costó 42 € (llevábamos un descuento del 10%).



De ahí al apartamento, que lo teníamos a un minutillo. Un poco de internet, pero sólo para ver las previsiones del tiempo y organizarnos el día siguiente, y a dormir, que por cierto caímos en nada.

2 comentarios:

  1. Anoche terminamos cenando sopa de alce y empanadillas, nos encantó el lugar. Gracias por el chivatazo :) y por el blog, nos ayudó a planear el viaje.
    Saludos!

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    1. Gracias por leernos, y me alegro de haber sido de ayuda.
      Saludos, Cati.

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