Desayunamos en el mismo horno que en
el día anterior, y luego paseamos por la calle Pikk (que significa calle larga),
donde está la Casa del Gremio de los Cabezas Negras, la de los comerciantes
alemanes solteros; su puerta es una preciosidad, no llegamos entrar porque
abrían a las 10, y no queríamos entretenernos.
Teníamos una mañana bastante
apretadita, así que a las 10 estábamos puntuales en MARGARITA LA GORDA [Paks
Margareeta]. Esta torre fue construida para defender la ciudad desde el mar,
y también para impresionar a los visitantes que llegaran a través del puerto.
La torre tiene un diámetro de 25 metros, una altura de 20 metros y paredes de
hasta 5 metros de espesor. Horario: 10 a 18. Precio: 4 €, con Tallin Card gratis.
En la Torre se encuentra el MUSEO MARITIMO [Eesti
Meremuuseum], que nos muestra en sus
cuatro plantas, la importancia de la vida marítima para el país. Desde su
azotea hay buenas vistas del centro histórico.
Luego en 10 minutos llegamos al Sokos
Hotel Viru, donde se encuentra el KGB MUSEUM, reservamos
previamente por mail, pero había que ir a comprar los tickets; pasando
recepción al fondo, hay un pequeño stand y allí está la guía vendiendo los
tickets; vimos que prácticamente todos iban con reserva. Tours con guía en ingles: 11’30 y 14’30.
Precio: 7 €.
En enero de 2011 abrió sus puertas
este museo. El Hotel Viru, fue un antiguo cuartel general para las operaciones
de espionaje de la KGB. En la planta 23, el museo conserva las habitaciones y
el equipo que utilizó la KGB para su espionaje. A este hotel llevaban a
periodistas y gente que querían espiar, todos los que ponían bajo espionaje
eran instalados en la planta segunda.
Nuestra visita fue la de las 11:30 y
duró una hora. Te enseñan dos habitaciones, y sales también a la terraza, desde
donde se ve la Iglesia de San Olaf, que fue utilizada por la KGB como antena
para sus radiotransmisiones; también hay buenas vistas panorámicas de la
ciudad.
Tras esta visita, rapidito rapidito
que teníamos otra visita concertada, tardamos 10 minutos en llegar desde el
Hotel Viru, a la Torre Kiek in de Kök.
En esta Torre están los TÚNELES DEL BASTION [Bastionikäigud], también es una visita guiada en inglés. Aquí
se visitan los
pasadizos subterráneos del siglo XVII (pertenecen a la época del imperio sueco).
También reservamos previamente por mail, y teníamos la visita a las 13 horas. Horario
Torre: 10’30 a 18. Precio visita y Torre Kiek in de Kök: 8’30 €, con Tallin Card
gratis.
Estos túneles
apenas fueron utilizados hasta el siglo XX, cuando llegó la segunda guerra
mundial. Luego en el periodo soviético fueron modernizados con electricidad,
agua, ventilación y teléfonos. La visita comienza en los años 90 y va
retrocediendo en el tiempo, los últimos fueron unos vagabundos, anteriormente los
punks, durante la guerra como refugio, etc. Al finalizar esta visita incluye un
paseo en tren, donde te van proyectado una peliculita imaginando como será el
futuro.
La visita nos
gustó bastante, al lado de las taquillas podías dejar las chaquetas en unos
percheros, y menos mal que no las dejamos porque en los túneles hacía mucho
frío y mucha humedad, luego para la visita de la Torre si los dejamos.
La TORRE KIEK IN DE KÖK, cuyo nombre
significa “vistazo a la cocina”, alberga una exposición sobre la historia
militar de la ciudad en la edad media. Nos gustó mucho la maqueta de la primera
planta, que es el recinto amurallado de la antigua ciudad hecho en el suelo. Desde
su cafetería en la última planta se obtienen bonitas vistas de la ciudad vieja,
además es una cafetería muy agradable y a precios razonables.
Ambas visitas son totalmente
recomendables.
La siguiente visita del día era el Museo
de Hidroaviones, y para ello nos hacía falta coger un taxi, ya que está en una
zona algo lejana y apartada sin transporte público.
La primera idea fue ir a la parada de
taxis frente la Oficina de Turismo, pero la desechamos cuando vimos que la bajada
de bandera eran 7’50 €. Así que salimos a la Puerta Viru, ya que habíamos visto
que allí había muchos, y pillamos uno de la compañía Takso, que nos costó 5’10
€.
El MUSEO DEL PUERTO DE HIDROAVIONES [Lennusadam,
o en inglés Seaplane Harbour]. Está
localizado en el antiguo puerto [Kalamaja], en el exterior están anclados diversos
barcos que también se pueden visitar. Horario: 10 a 19. Precio: 10 €, con
Tallinn Card gratis.
Al comprar la entrada te dan una
tarjeta magnética para que puedas entrar y salir del recinto. Al lado de las
taquillas hay unos percheros donde puedes dejar las chaquetas y también
consignas para bolsos y mochilas, y la verdad es que está muy bien.
Fuimos directos al restaurante,
anteriormente habíamos leído que estaba bastante bien. Nos dijeron que teníamos
que esperar un poco a que acabaran algunos clientes, así que fuimos a echar un
ojo rápido al museo.
Tras un ratillo volvimos al Restaurante
MARU, tiene una carta reducida, y sus platos no son abundantes pero está
bastante bien. Estas viendo el museo desde la planta superior y al verdad es
que no está mal, pedimos tres platos que según nosotros entendimos eran
chuletas de cordero o algo así y luego resulto ser más bien como una albóndiga,
con un par de postres, y las bebidas nos costó 33 €. No es que sea un gran restaurante,
pero si te ves obligado a comer allí está bastante bien.
Allí hay una máquina que te hace la foto y te la envías por mail, y queda muy lograda.
Salimos fuera y subimos al Rompehielos de vapor Suur Tõll, que es el más grande de Europa construido en 1914, pero como estaba chispeando hicimos la visita rápida y ya nos fuimos.
Salimos fuera y subimos al Rompehielos de vapor Suur Tõll, que es el más grande de Europa construido en 1914, pero como estaba chispeando hicimos la visita rápida y ya nos fuimos.
Al llegar a la parada de taxis no había
ninguno, y como quedaba poco para que oscureciera y no teníamos muy claro el
camino, comenzamos a andar; pero nada más salir vimos un taxi que llegaba
(había algún evento) así que volvimos y pillamos ese. Creo que era de misma
compañía que en de la ida, y hasta la Puerta Viru nos costó 4’90 €.
Lo primero fuir ir al supermercado RIMI
(muy cerca de la Puerta Viru), a comprar fiambre, pan, y bebidas para cenar. Luego
volvimos al hotel a dejar la compra y aprovechamos para pedir en recepción que
nos llamaran un taxi para mañana.
Después para despedirnos de la ciudad,
y como ya no apetecía pasear ya que llovía, que mejor forma que con una buena
cerveza. Fuimos al BEER HOUSE, es una cervecería alemana donde también se pude
cenar, muy grande. Nos dimos la sorpresa de que a las 8, se puso a tocar un
grupo música tipo bávara; bastante bien el ambientecillo.
Y ya al hotel para hacer maletas, a
esas alturas del viaje ya éramos bastante rápidos, ya que con los días íbamos cogiendo
habilidad.
Preparamos bocatas para cenar, y tan
ricamente cenamos en nuestro salón; la verdad es que fue una buena idea, porque
así acabamos pronto de cenar, y porque fuera llovía bastante fuerte.
Después un poco de Internet, y a
dormir prontito que mañana había madrugón.
K guapo eae dia, sobre todo en el super museo
ResponderEliminarEl museo fue una pasada, y lo que nos reímos también.
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