A las 6 de la mañana ya estábamos en
pie, el taxi lo teníamos a las 6’30 y cuando salimos un par de minutos antes ya
estaba esperándonos.
Llegamos en menos de 10 minutos a la Terminal
A (que era de donde salía nuestro barco de la compañía VIKING LINE), el taxi
nos costó 4’90 €.
Había que ir a recoger las tarjetas de
embarque, y como era pronto sólo habían 3 o 4 personas en cola, nos sobró bastante
tiempo pero preferíamos que fuera así, y no que nos tocar correr por cualquier
motivo. Por cierto, las tarjetas de embarque son la llave del camarote.
El barco salía a las 8 y embarcamos
media hora antes, una vez en el barco rápidamente al camarote a dejar maletas y
ver la salida de la ciudad, a esas horas hacía frío pero se podía aguantar y
merecía la pena.
Cuando nos alejamos de Tallinn nos
fuimos de ruta por el barco, vimos que no habían butacas, que la gente se sentaba
en los bares y restaurantes, localizados en las cubiertas 6 y 7. Los camarotes estaban
en la cubierta 6.
También vimos las consignas para las
maletas, 4 € las grandes y 2 € las pequeñas, luego pasamos por la tienda y ya
al camarote a desayunar unos zumos, galletas y bocatas, que habíamos comprado
ayer. Luego descansamos un ratillo.
Y tras un rato de relax, prácticamente
a la cubierta, a ver la llegada. Pasa muy cerquita de la Isla de Suomelina.
La verdad es que tanto la salida de
Tallinn, como le llegada a Helsinki son muy bonitas y merece pasar un poco de
fresco.
Como no llovía fuimos andando al hotel,
ya que eran 5 minutos escasos; y como todavía era pronto y no estaba la
habitación (la primera vez en todo el viaje), dejamos las maletas y nos fuimos
a recorrer la ciudad.
Muy cerquita del hotel y camino al
centro la CATEDRAL ORTODOXA USPENSKI
[USPENSKIN KATEDRAALI], desde la explanada que hay en la puerta se tienen
buenas vistas. Horario: 9’30 a 16.
Pasamos por el Mercado [Kauppatori], que
está lleno de puestos de souvenirs principalmente y también puestos callejeros
para comer.
Luego la PLAZA DEL SENADO [SENAATINTORI] para ver la que posiblemente es la
imagen de Helsinki, con la catedral al fondo. Esta catedral pertenece a la
iglesia evangélica luterana. Horario: 9 a 18.
Después seguimos paseando hasta la IGLESIA DE LA ROCA [TEMPPELIAUKIO
KIRKKO], que pensábamos que estaba más lejos. Se puede llegar con el tranvía 4
parada Kansallismuseo o con el tranvía 3T parada Sammonkatu; pero desde la
Plaza del Senado no habrán más de 20 minutos andando. Esta iglesia está excava
en la roca, su cúpula es bastante original y merece la pena su visita. Horario:
10 a 17.
Luego compramos el billete de 24 horas
para el transporte, que eran 7 € (en la máquina antes de comprarlos pone la validez),
y así ya nos llegaba hasta mañana cuando nos fuéramos. El billete sencillo eran
2 €.
Con el tranvía 4 llegamos a nuestro
hotel, además nos dejaba en la misma puerta (parada Vyökatu). Nuestro hotel era
el HOTEL BEST WESTER PREMIER KATAJANOKKA. Fue uno de los caprichos del viaje y
lo elegimos porque fue una antigua cárcel. Según hemos leído por internet,
funcionó como cárcel hasta el año 2002, y se utilizaron de dos a tres celdas
para construir cada habitación.
Nos instalamos, y tras un breve
descansito, nos hicimos una rutilla por el hotel haciendo fotos, con los chicos
y la camiseta de presos (5 € en recepción).
Con el tranvía 4, fuimos al ESTADIO OLIMPICO [HELSINGIN
OLYMPIASTADIUM], donde se celebraron los Juegos Olímpicos en 1952. Dimos una
vuelta por allí y subimos a la torre, desde donde se obtienen unas vistas
bastante buenas de la ciudad, ya que se divisa prácticamente toda; aunque estás
como encerrado. Parada tranvía Töölön halli. Horario: 9 a 21. Precio: 5 €.
Nuevamente cogimos el tranvía para
llegar al centro, y paseamos nuevamente por la Plaza del Senado y por el Puerto;
a aquellas horas si te alejabas de sus calles principales de compras, la
tranquilidad era total.
Par cenar fuimos al restaurante ZETOR,
un restaurante carete pero muy bien decorado estilo rural con tractores, curioso.
Nos dimos la sorpresa de que a partir de las 8, había que dejar
obligatoriamente chaquetas y mochilas en la consigna, y cada pieza valía 2’70 €,
así que salimos a la calle y conseguimos aligerar la factura, ya que metimos 2
chaquetas en la mochila. Las cervezas fueron otra pequeña decepción, no por su
precio (que aunque 6 € es caro), sino porque si te la sirven en un vaso que no
llenan, queda feo, mejor que pongan un vaso más pequeño. Por cierto Zetor es
una marca de tractores.
Eso sí el restaurante muy bonito y
confortable, todo de madera. Tienen una carta como si fuera un periódico en
diversos idiomas, entre ellos el español.
Pedimos un plato de huevo frito con
patatas, salchichas y más cosas, un plato de pollo, y como no un plato de reno
[poro], y con las cervezas nos costó 82 €. La cena fue carilla, pero también
porque pedimos reno, sino hubiéramos abaratado, ya que ese plato valía el doble
que el resto.
Paseamos hasta la PLAZA DEL SENADO
para verla de noche y también para bajar la cena.
Luego cogimos el tranvía para llegar
al hotel.
Un poquito de internet como todos los
días, ver correos esperando no llevarnos algún disgusto con los vuelos (nunca
se sabe), y ultimar nuestro regreso.
Me ha encantado el hotel carcel, muy original. La foto con las camisetas a rayas mirando hacia las celdas está para enmarcarla.
ResponderEliminarEste hotel lo vimos y nos gustó pero su precio era caro, pero a base de buscar y buscar y volver a buscar, al final encontramos un buen precio y más para una ciudad como Helsinki. Y lo de las fotos fue un rato muy divertido.
Eliminar